Sumario: | Saber nadar con los tiburones, estar rodeado de caimanes o ser listo como un zorro, para no acabar cazado como un ciervo son situaciones o atributos frecuentes en los movimientos por la jungla de la feroz competencia. La jerga empresarial se nutre de expresiones de este tipo para describir las relaciones que se dan en el mundo de los negocios: las analogías con el reino animal, visto desde la óptica de la agresividad, están muy extendidas en la literatura empresarial.Sin embargo, y contrariamente a lo que se piensa, la agresividad no es el comportamiento más acertado para la supervivencia de los seres vivos. De hecho, la vida de los animales es muy compleja y mucho menos fiera de lo que ciertos clichés presentan. Los chimpancés, por ejemplo, emplean tan sólo un 5% de su tiempo en encuentros agresivos, mientras que el 20% lo dedican a reforzar sus vínculos familiares y sus relaciones con amigos y subordinados.El comportamiento social humano ha evolucionado a partir del mismo ancestro común que el de los simios y las similitudes que con ellos compartimos son muy numerosas. El estudio de los esfuerzos de estos seres por alcanzar la armonía ofrece sabias lecciones extrapolables al contexto social de los seres humanos: establecer relaciones de mutuo beneficio, controlar los conflictos o aprender a leer las emociones que se ocultan tras las expresiones faciales de las personas. Frente a la lucha como medio para sobrevivir, la amabilidad es una actitud que reporta muchos más beneficios que aquella: hacer favores, cooperar o ayudarse mutuamente son comportamientos con unos resultados más favorables. Con todo, cierto grado de tensión en nuestra vida social resulta útil y debe preservarse, ya que al intentar superarla, nos obliga a ser creativos.En nuestros días, el lugar de trabajo ha reemplazado a la tribu, a la comunidad y, a menudo, incluso a la familia como centro de la vida humana. En el entorno laboral se desarrollan todos aquellos comportamientos atávicos que anteriormente estaban reservados para esos otros contextos relacionales. Esos comportamientos muestran nuestro sentido de la seguridad, nuestros conceptos de comunidad, de jerarquía y de ventaja competitiva. Richard Conniff describe un ambiente laboral cada vez más darwiniano no exento de todo aquello que compartimos con otros seres cercanos a nosotros. Mediante esta comparación constante, se hace más sencillo entender el porqué de nuestra negatividad, el funcionamiento de la jerarquía, los motivos de la lucha por la dominación en el lugar de trabajo, el papel de los rumores, de los predadores corporativos y las ventajas de correr con la manada.
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